ESPECTACULOS
Las Bacantes
La tragedia griega, por su carácter y el sentido universal que ella contiene nos da siempre la posibilidad, si la consideramos desde el punto de vista artístico y teatral, de hablar de problemáticas y de conflictos que constituyen nuestra humanidad.
En el mundo de la tragedia el hombre es mitad monstro, mitad humano. O si seguimos la idea del dramaturgo suizo Friedrich Dürrenmatt, quien afirma que el mundo en que vivimos es como el laberinto del minotauro o como un asilo de locos.
De ahí nace la idea de inscribir las Bacantes de Eurípides en el contexto de un asilo para locos. Dicha puesta en abismo nos permite exprimir la visión de un mundo desgarrado, paródico, marcado por el caos. Un Caos provocado por el silencio de los dioses o por la manera que ellos nos manipulan.
Imaginemonos ese asilo como una comunidad autosuficiente, una banda de locos simpáticos que durante sus crisis se disfrazan y hacen teatro, que es el único camino para escapar a la alienación en la que viven. Es así como cada noche invocan con el teatro su dios : Dionisio y sus secuaces.
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