ESPECTACULOS
A la búsqueda de un actor-actriz dionisiacos
A la búsqueda de un actor-actriz dionisiacos
Estos son apuntes sobre una idea teatral experimentada durante los ensayos de Una noche de locura ordinaria espectáculo inspirado libremente en las Bacantes de Euripide realizados durante el año pandémico 2020.
Todos los elementos que participan en la expresión escénica, como palabras, sonidos movimientos, luces, música se abordan de manera separada, independientemente, sin buscar que se justifiquen o se ilustren los unos con los otros.
No se busca la homogeneidad sino mas bien lo heterogeneidad dentro del espectáculo.
Se trabajan las dinámicas, la afirmación de ciertas tensiones que rigen la relación entre los elementos que constituyen la composición del espectáculo y sobre todo la conciencia de que hay que dejar actuar el azar.
Se trata de revindicar el collage o bricolaje como método y herramienta para la construcción del espectáculo.
Cambiar la terminología
En lugar de hablar de la creación de un espectáculo, se habla mas bien del montaje del espectáculo. No se trata de una puesta en escena de una obra literaria, de la representación de un texto o de una fabula. Se busca al contrario establecer un proceso dentro de la realidad escénica.
En ese sentido las palabras representar, interpretar, explicar, ilustrar no nos ayudan y no tienen importancia en los ensayos y en el montaje del espectáculo.
La materialidad que estamos buscando se encuentra a años luz de la intención de materializar un texto.
El texto es considerado como un elemento, como una acción escénica como las otras que los actores deben de realizar. Y como toda acción ella pose sus propias reglas de funcionamiento su propia lógica interna, sus tensiones que posteriormente van a interactuar con los otros elementos escénicos.
El texto es considerado entonces como un objeto con el cual los actores juegan y no como algo que debe de ser interpretado. El texto es un partenaire de los actores. Texto-actor-actriz-texto.
Hay que clarificar algo importante, las situaciones sobre las que trabajamos no son determinadas por el texto escrito, son determinadas por el proceso en curso.
Sobre el personaje.
Partimos de un cuestionamiento sobre la relación entre el personaje y el actor o actriz. Por ejemplo, abordar el personaje desde el punto de vista de la identificación o no con el personaje, de que es establecer una distancia emocional…
Se trata al final que los actores no representen papeles, no busquen la expresión de una emoción. Lo que se busca es la construcción de un proceso artístico, individual y colectivo.
Los actores no imitan, no son los maestros de la ilusión o de la psicología. No, ellos buscan una vida escénica concreta, una presencia inmediata.
La obra de las Bacantes nos da la posibilidad, inspirándonos en una imagen que nos hacemos de Dionisos, de ver el actor/ actriz, como «jugadores», como malabaristas, payasos en la arena de un circo. Ellos juegan con el texto, con ellos mismos, con los otros, con todos los elementos escénicos.
El texto va y viene en un vaivén entre el abandono y la posesión, sin buscar la anécdota, mas bien la abstracción concreta.
El proceso de la construcción del personaje, no esta condicionado por formulas generales, al contrario, esta concebido como un traje a la medida de cada actor/ actriz, personalizado según el carácter de cada uno de ellos.
Mi función como director consiste, en esta búsqueda de un proceso dionisiaco, proponer a los actores situaciones que estimulen la imaginación y sobre todo que permitan la revelación de sus individualidades. Para mi el actor/actrices prexisten siempre a la actuación, en el sentido que ellos no buscan imperativamente la imitación de un personaje, en este caso los locos, ellos tienen su existencia propia, definida por la realidad concreta de la escena, es decir, como reaccionan en un espacio que se halla entre la imaginación y la realidad social de la vida cotidiana. Los actores no son ni una replica fiel, ni reproducción de un rol. Al contrario, ellos están determinados por sus predisposiciones y predestinaciones.
Resaltemos ciertas paradojas que aparecen en el proceso.
- Los actores que imitan una acción se posicionan por encima de ella, cuando la realizan concretamente se sitúan al mismo nivel de la acción.
- Para abandonarse, los actores, antes deben poseerse.
- Aquello que los actores buscan no es una forma fijada para siempre, sino la puesta en movimiento de una energía que les permita ser creativos.
- La actividad interior de un actor/actrices se sitúa al exterior de ellos mismos.
- La acción y el juego(actuación) justa se encuentra una vez que se ha pasado por la exuberancia, la exageración, y la intensificación de aquello que es considerado como “normal” de la vida, es decir hay que elevarse por encima de las pasiones vehementes, los conflictos agudos y todas aquellas reacciones desmesuradas de la expresión
- La búsqueda de la impasibilidad, de una economía de la energía al servicio de la escucha y como posibilidad de que la emoción surja por si-misma. En otras palabras, los actores buscan producir un mínimo de energía con el fin de realizar un esfuerzo, por ejemplo, hablar. Una situación a flor de piel ¡
Nosotros utilizamos la metáfora del actor dionisiaco para hablar de un método que busca la realización de lo imposible… como abandonar nuestras anteojeras.
Durante los ensayos, probamos durante unos instantes, esa fascinación suprema de arte con su secreto mas profundo, experimentar que el proceso creativo es un acto de la imaginación, pero a veces también una decisión violenta, intuitiva, casi desesperada, de frente a una posibilidad que irrumpe, a veces absurda, que escapa a nuestra razón, muchas veces risible por no decir idiota. Y entendemos en ese momento que se necesita una gran dosis de ingenuidad, y claro esta, también de rebelión, de resistencia a un estado que esta muy cerca del vacío en donde el abatimiento y la frustración nos pueden arrastrar, enceguecer…pero si los actores han creado su propio camino, sus sucesos, sus asociaciones y situaciones (que muchas veces chocan con las situaciones propuestas por el texto), no se encontraran ni solos ni aislados. A veces superar dicha situación aparece como imposible, y no obstante la posibilidad de atravesar esos limites, de transgredirlos, hace que el proceso sea fascinante.
Las temáticas Dionisiacas y su tratamiento.
¿Que es lo que esta en juego en las Bacantes?
El amor, los celos, el deseo, la pasión, la voracidad, el poder, la cobardía, la venganza, la muerte, sufrimiento, malicia y miedo … la locura… dicho material explosivo a servido desde la noche del tiempo al teatro para inventar acciones dramáticas, fabulas literarias, produciendo una variedad de formas inconmensurables. Pero esto no nos obliga a trabajar con una forma determinada. Todas estas temáticas deben de tratarse sin la rigidez una forma prestablecida, lejos de los clichés de expresión a los cuales están habituadas.
En nuestro proceso de trabajo sobre las Bacantes siempre tratamos de evitar las trampas expresivas de lo figurativo, de la reproducción automática que se pueden hacer de esas manifestaciones “extremas” de la vida.
Dionisos no es solo la expresión de los procesos extremos, es también expresión de la apatía, la monotonía, lo banal y lo ridículo, la indiferencia y la malicia, lo insignificante, el vacío… entonces trabajamos también los pequeños detalles, los tics que producimos inconscientemente, los ritmos compulsivos hasta llega a producir Una Noche de Locura Ordinaria.
Gabriel Alvarez
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